En el ámbito artístico se ha roto con el pasado, con las normas y preceptos anteriores. Durante la primera mitad del siglo XX, la literatura y el arte europeos conocieron una serie de movimientos estéticos (breves, en su mayoría) a los que se les conoce con el nombre de ismos (Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, Superrealismo, Constructivismo, Abstractivismo...). Son los movimientos de vanguardia.
Los ismos vienen unidos porque todos rechazan el arte y la literatura oficial; es más, los combaten con acritud, con burla, con humor, con ironía. Todos estos grupos, para darse a conocer, empleaban los manifiestos en donde exponían sus ideas y sus puntos de partida.
Los ismos son importantes porque supusieron una ruptura con el pasado y un intento de encontrar nuevas formas sin miedo. Fueron movimientos inmersos en unos periodos históricos difíciles (guerras, revoluciones) que abrieron caminos al arte y a la literatura europeos.
A finales del S. XIX, porque es ahí donde está el embrión del cambio, en pintura aparece el impresionismo frente a las exigencias de la pintura más clásica. Se pasa en poco tiempo de una pintura de tipo realista a una pintura que fundamentalmente trata de captar el impacto, la impresión que un determinado paisaje o escena puede provocar en la sensibilidad del pintor. La pintura impresionista (Gauguin, Van Gogh, Mounin...) recoge instantes, momentos muy cortos del discurrir de la realidad. No trata de eternizar una realidad estática, sino de plasmarla de forma dinámica. Recoge esencialmente la dinámica de las actitudes, de las situaciones (un paisaje durante varios momentos del día, por ejemplo). El impresionismo capta la realidad en un instante para evitar que esta fugacidad pueda desaparecer.
En literatura, a finales del XIX, se producen unos cambios que definirán la literatura del XX. En Francia, el Simbolismo (sensaciones que producen las cosas, Rimbaud, Verlaine) y el Parnasianismo (rompe con el Romanticismo, "El arte por el arte", Mallarmé, Baudelaire) aniquilan la concepción clásica y buscan a través de la palabra la expresión trascendente de la realidad.
En Hispanoamérica y en España, a finales del S. XIX, se encuentra el Modernismo, que es una corriente, una forma de ruptura con los temas las formas de la literatura tradicional.
Al llegar al S. XX las corrientes estéticas tienen una duración mucho más corta debido a la aceleración de la historia. También en el arte se produce una especie de acumulación de nuevas técnicas, conocimientos, enfoques... que ya se estaban fraguando en el S. XIX.
Una de las causas más importantes para que se produzca este cambio es que, en el campo de las artes, se da una quiebra total respecto a las concepciones temporales y espaciales aceptadas como clásicas; es decir, el concepto del espacio y el concepto de tiempo cambian y con este cambio se abandona una idea objetiva del espacio y del tiempo (Bergson). El tiempo objetivo pasar a ser tiempo subjetivo ordenado según la duración de la experiencia vivida. El tiempo no tiene una ordenación real. Dura lo que marca nuestra subjetividad. El tiempo real es el tiempo subjetivo en la memoria que dura lo que dura nuestra propia experiencia de los hechos. El tiempo objetivo, medido, es artificial. Hay horas cortas y largas según nuestra subjetividad. El tiempo es manipulable porque pertenece al interior del sujeto. A cada fenómeno, a cada hecho, se le da la dimensión temporal que nuestra propia conciencia le atribuye.
El tiempo está dentro de nosotros. Así, la novela moderna pone de manifiesto ese jugar con el tiempo interior. En el Realismo la acción discurre cronológicamente, bien ordenada. En la novela moderna el tiempo se quiebra constantemente, la acción avanza, retrocede... A veces eso crea una dificultad de lectura porque no se sabe ciertamente en qué plano temporal se está.
Esa manipulación del tiempo se da también con el espacio. Las coordenadas tradicionales son convencionales. El espacio es también subjetivo. Cuando el artista rebasa esas coordenadas espaciales clásicas es cuando se acerca de verdad al modelo, es cuando puede captar desde varios ángulos, desde varias perspectivas, la realidad (eso pasa en la pintura cubista).
Esta valoración del tiempo y del espacio subjetivo explica que el "Ulises", de James Joyce, sea un ejemplo de lo que estamos diciendo. Lo que cuenta en la novela es el tiempo subjetivo del sujeto metido en el terreno convencional de 24 horas. El personaje vive en estas 24 horas todo lo que su mente puede pensar, proyectar al margen del tiempo objetivo. El personaje no actúa, lo que pasa es que fluye a través de su conciencia todo lo que piensa.
La mente humana no está nunca inactiva, lo mismo que ocurre en un sueño: no pensamos. Las imágenes fluyen desde el subconsciente. El sueño es la mejor muestra del tiempo subjetivo. En la narrativa moderna esto se ha llamado "el fluir de la conciencia". Este fluir no es lógico, es una simple acumulación de imágenes, de secuencias que, una vez recogidas, permiten una interpretación que muchas veces conecta con el psicoanálisis.
Ese fluir de la conciencia influye en otra forma literaria: "la escritura automática". Ésta intenta captar por escrito el fluir de la conciencia. Se va escribiendo sin pensar, sin organizar frases, sin dar coherencia a las ideas (es lo que harán los superrealistas). Es una escritura no condicionada, sino como simple discurrir en blanco de la mente.
En suma, desde París irradian una serie de movimientos estéticos que maduran allí porque París es la capital de la cultura entonces (Picasso, Rubén Darío, Azorín, los hermanos Machado... están vinculados a la capital francesa). El Cubismo, el Superrealismo y el Expresionismo arrancan de París y otros van a parar allí.
En el arte se busca el impacto sensorial que se logra, incluso, a través de la disposición tipográfica del texto: uso de varios tipos de letra, ordenación no sintáctica del lenguaje. Todo dentro de una óptica lingüística que habla de las palabras en libertad. Estas palabras en libertad son el producto de lo que Marinetti llama "imaginación sin hilos". Esta imaginación otorga libertad absoluta a la palabra, rompe con los nexos sintácticos, se despreocupa de los valores rítmicos y tiende al impacto sensorial más que al contenido ideológico o sentimental del texto literario: el hombre y los sentimientos son desplazados de la literatura. Para los futuristas la materia dominada por la técnica es el gran tema literario de este movimiento. Esta estética futurista llega a la escultura y arquitectura (funcionalismo, dinamismo). Es una estética que viene facilitada por el uso de nuevos materiales (hierro, vidrio). Frente a una escultura sólida y estática, el Futurismo propone una escultura en movimiento.
Los futuristas adoptan una posición provocadora y celebran exposiciones muy atrevidas. Publican manifiestos escandalosos, desafiantes. Gracias a esta tendencia al escándalo, a la manifestación, el Futurismo alcanza una difusión por Europa y llega a relacionarse con movimientos políticos como el fascismo y la Revolución Soviética.
En torno a la Universidad de Moscú se congregó un grupo de poetas, escritores y profesores (el OPOJAZ) que iniciaron el Formalismo Ruso. Entre sus miembros destacan: Jakobson, Propp y Maiakowski. Éste último -poeta y dramaturgo- fue uno de los grandes difusores de la vanguardia en Rusia.
En 1917 este grupo es bien acogido por la ideología bolchevique porque se supone que es un movimiento de ruptura; aunque pronto surge una separación entre la revolución bolchevique y la vanguardia. La vanguardia propone un arte basado en la libertad y la revolución propone lo contrario: encajarse en una ideología de partido.
El grupo vanguardista ruso se separa de la revolución. Algunos emigran (Jakobson a Estados Unidos); algunos van a Parga (Trubetzkoy que funda el Círculo Lingüístico de Praga) y otros acaban trágicamente (Maiakowski se suicida).
El Futurismo encuentra mayor vigencia cuando se incorpora al fascismo, partiendo del irracionalismo en que ambos movimientos se apoyan. El Futurismo aporta nuevas aptitudes al campo del arte; pero los mismos excesos que definen su estética hacen que su vida sea corta, que tenga un valor esencial de época y que entre rápidamente en una dimensión anacrónica.
En España el Futurismo no deja gran huella. Ramón Gómez de la Serna traduce en 1910 el primer manifiesto futurista y lo publica en la revista "Prometeo".
EXPRESIONISMO
El Expresionismo vive su etapa de plenitud entre los años 1910 y 1925. Es uno de los movimientos de vanguardia de más vitalidad y duración; pero su influencia en España es escasa.
A los expresionistas no les interesa un arte que trate de captar la realidad exterior al hombre, sino que el arte ha de recoger las tensiones espirituales del hombre, tiene que reflejar el pesimismo, el inconformismo y la angustia del hombre ante este mundo difícil.
El Expresionismo es una corriente artística que busca la expresión de los sentimientos y las emociones del autor más que la representación de la realidad objetiva.
Revela el lado pesimista de la vida generado por las circunstancias históricas del momento. La cara oculta de la modernización, la alineación, el aislamiento, la masificación, se hizo patente en las grandes ciudades y los artistas, creyeron que debían captar los sentimientos más íntimos del ser humano. La angustia existencial es el principal motor de su estética.
La obra de arte expresionista presenta una escena dramática, una tragedia interior. De aquí que los personajes que aparecen más que seres humanos concretos reproduzcan tipos. El primitivismo de las esculturas y máscaras de África y Oceanía también supuso para los artistas una gran fuente de inspiración.
También en la literatura expresionista aparecen como temas destacados, de igual forma que en la pintura, la guerra, la urbe, la fragmentación, el miedo, la pérdida de la identidad individual y el fin del mundo (apocalipsis). Sin embargo, no podemos obviar tampoco temas como la locura, el amor, el delirio y, cómo no, la naturaleza.
La estética burguesa queda relegada por una "estética de la fealdad”. Ningún otro movimiento hasta la fecha había apostado de igual manera por la deformidad, la enfermedad y la locura como el motivo de sus obras. Como cualquier otro movimiento de cualquier otra época, tampoco el expresionismo tiene los límites bien definidos y, por ello, su definición depende del punto de vista que se adopte.
En el campo de la literatura, pues, la llamada “década expresionista” denomina el periodo cumbre del movimiento; esto es, el periodo comprendido entre 1910 y 1920. La erupción de la Segunda Guerra Mundial supone una fuerte ruptura, tanto en los tonos como en los tópicos, particularmente, en el campo de la poesía expresionista. Mientras algunos autores literarios (por ejemplo, los autores futuristas) consideraron la guerra como una fuerza arrasadora y renovadora que acabaría con la sociedad burguesa, por otro lado, la imagen del conflicto cobró tintes negativos de la mano de otros muchos poetas que plasmaron los horrores de la guerra en sus obras. Y no es de extrañar, ya que muchos de ellos habían vivido, en primera línea y en sus propias carnes, la desolación de la guerra.
Con la aparición de la película El gabinete del doctor Caligari, en 1919, Robert Wiene se convirtió en uno de los primeros directores que introducía elementos claramente expresionistas en el cine. En este medio se llega al simbolismo a través de los decorados, las luces, el vestuario y la interpretación de los personajes, elementos que aspiraban a mostrar a través de la gran pantalla una óptica deformada de la realidad.
En un principio, el cine mudo alemán estuvo plenamente vinculado al expresionismo con directores como Fritz Lang, Friedrich Murnau, Paul Leni y Paul Wegener, entre otros. Algunas de las obras más representativas de este período fueron: Nosferatu, Metrópolis, Las tres luces, El último ("Der Letzte Mann", también conocido como La última carcajada), y El testamento del Dr. Mabuse. La desmesura iba asociada a un tipo de cine de terror y fantástico, lo que condicionó su desarrollo. Algunas obras posteriores se realizaron en la etapa del cine sonoro, por ejemplo, M, el vampiro de Düsseldorf, otra película de Fritz Lang. No obstante, en la cinematografía más moderna, sus representantes más significativos como Orson Welles y Andrzej Wajda incorporaron una estética mucho más madura y alejada del exceso de teatralismo.
En España, pueden encontrarse algunas películas influenciadas por varios de estos directores, aunque muy pocas de ellas alcanzaron el éxito. Especialmente singular es la aportación del madrileño Edgar Neville con su película La torre de los siete jorobados, donde se contó con un equipo de decoradores alemanes que trabajaron en algunas películas expresionistas.
La influencia del cine en el teatro expresionista se evidenció desde los primeros momentos, utilizando también el decorado y la vestimenta de los actores como instrumentos al servicio de obras dramáticas superadoras del conformismo de las representaciones teatrales convencionales. El autor, el actor y el público deben compartir la visión interior del primero, llegando a un tono místico que acentúa la mímica. Su representante más destacado aparece después de la Primera Guerra Mundial: Ernst Toller. Con posterioridad se verían influidos por este movimiento autores como Bertolt Brecht.
En Alemania el Expresionismo tiene especial importancia y desarrollo. Se manifiesta en todos los terrenos del arte. En pintura refleja una tensión interna y espiritual (Kandinsky, Paul Klee, Munich: "El grito"). En música está representando por Mahler, Schönberg, entre otros. En el ámbito cinematográfico por Fritz Lang.En el campo de la literatura es nihilista, anticonvencional y atormentado. Tiene influencias de Nietzsche e, influye, a su vez, en la poesía de Whitman y en el teatro de Strindberg.
La I Guerra Mundial (1914-1918) lleva al frente a muchos expresionistas, algunos mueren y el movimiento se diluye y sus huellas quedan en algunos autores alemanes contemporáneos: Bertold Brecht.
... en México
El expresionismo abstracto, en México, también contó con numerosos adeptos, entre ellos Manuel Felguérez y Vicente Rojo.
Nacido en España en 1932, y residente en México desde 1949, Vicente Rojo trabajó los formatos grandes y se interesó por las texturas y el color luminoso. Signos, números y letras son transformados en elementos plásticos llenos de fuerza. Según Marta Traba, Vicente Rojo "sacó adelante la reflexión cromática del color-signo y del color-lenguaje, dentro del más persuasivo y constante conjunto". Señal antigua Nº. 10 (1967), pintura que integra la colección del Banco de la República, es un buen ejemplo de ello; sobre un fondo negro sobresale un signo en una textura rocosa y rojo sangre.
CUBISMO
En sus orígenes es un movimiento de carácter pictórico. Arranca de algunos de los grandes impresionistas: Cézanne. Picasso y Juan Gris, como ya es sabido, son los representantes de la corriente cubista española.
El Cubismo rompe con la perspectiva central única y busca captar la realidad de una manera global, simultanea los puntos de vista y rompe con el espacio. Las formas se interpretan y l figura llega a descorporeizarse, a perder consistencia como si la materia se hiciera transparente. El Cubismo pretende una captación intelectual y no sensorial de la realidad.
El Cubismo arranca en la literatura de Apollinaire que es un poeta maldito, una figura malograda que murió en la I Guerra Mundial. Hacia 1912-13 lanzó el caligrama. Se trata de una poesía visual que pretende no sólo expresar ideas con la palabra, sino por una configuración gráfica de la misma: estructurando los versos y las palabras como en un dibujo. El caligrama es una de las formas de poesía vanguardista que ha perdurado, sobre todo en la poesía catalana (Papasseït, Joan Brossa).
Jacob y Cendrars, ambos poetas cubistas, defienden que la poesía esté despojada de toda anécdota, que el poeta trate de desdoblar su punto de vista, de ofrecer distintas versiones de un mismo objeto poético, que el poeta descomponga la realidad y después la elabore de una manera libre y subjetiva. El poeta, con todo ello, llega a una abstracción de la realidad que plasma a través del poema visual.
DADAÍSMO
Aparece durante la I Guerra Mundial y, en realidad, se define en un momento histórico muy conflictivo, de desaliento por parte de los intelectuales. Es un momento en que los primeros ismos se van diluyendo. En este ambiente de ruptura con ciertas tendencias vanguardistas surge el Dadaísmo que recoge aspectos del Futurismo y adopta una actitud radicalmente nihilista. Supone una posición mental y estética de negación total que es propia de los periodos bélicos: reniega de la sociedad, del mundo; pero no ofrece ninguna solución; es decir, sólo hay negación y actitud de ruptura. Nada más.
Es esencialmente un movimiento anárquico, confuso y ferozmente burlón. Su mismo nombre indica la raíz del movimiento: Dada , término onomatopéyico que reproduce el balbuceo de un recién nacido, que no significa nada, pero puede significarlo todo. Dice Tzara en uno de sus manifiestos: "Que todo hombre grite: hay que cumplir un gran trabajo destructor, negativo. Barrer, limpiar. La limpieza del individuo se afirma tras el estado de locura agresiva, completa, de un mundo abandonado entre las manos de los bandidos que se destrozan y destruyen los siglos".
Su iniciador es Tristan Tzaram escritor rumano afincado en Zurich. Refugiado de la I Guerra Mundial, reúne en el Cabaret Voltaire a un grupo de intelectuales dispersos (1916). En 1919, Tzara va a París y allí toma contacto con André Breton y Louis Aragon (el Superrealismo) y el mundo intelectual parisino. En ese momento el Dadaísmo llega a su mayor desarrollo e influencia.
Los dadaístas pretenden destruir las técnicas de creación tradicionales porque, según ellos, van ligadas a un tipo de producto artístico que es símbolo de la clase burguesa. Por eso emplean recursos técnicos en el arte (pintura) que tienen a desmitificar el papel del artista (no se trata de que el pintor sea el único productor de la obra, sino que pueda elaborarla todo el mundo porque no exige una técnica). Así sustituyen la pintura por el collage y proponen un tipo de arte que sea reproductivo (grabado, fotografía) que se aleje de las formas tradicionales del arte. Estas son sus instrucciones "Para hacer un poema dadaísta":
Coja un periódico.Coja unas tijeras.Escoja en el periódico un artículo de la longitudque cuenta darle a su poema.Recorte el artículo.Recorte enseguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa.Agítela suavemente.Ahora saque cada recorte uno tras otro.Copie concienzudamente en el orden que hayan salido de la bolsa.El poema se parecerá a usted.Y es usted un escritor infinitamente originaly de una sensibilidad hechizante,aunque incomprendida del vulgo.
En 1921 pierde agresividad, su posición nihilista se hace tópica y el movimiento se extingue en sí mismo. Tal vez lo más significativo sea haber contribuido a la aparición del Superrealismo.
SUPERREALISMO
El Superrealismo es el último gran movimiento de vanguardia anterior a la II Guerra Mundial y, tal vez, sea el movimiento de vanguardia con más duración y trascendencia, sobre todo en el aspecto literario. Buena parte delos poetas del Grupo del 27 escribieron poesía surrealista o superrealista: V. Aleixandre, L. Cernuda, F. García Lorca, R. Alberti.
Los grandes superrealistas son André Breton y Louis Aragon. Sin embargo, la poesía española no responde a las ideas teóricas de Breton. Hay diferencias, por eso la crítica ha discutido y discute si existe un Superrealismo en España o no.
El Superrealismo remata y corona al Futurismo y al Dadaísmo porque, como el Futurismo, proclama una ruptura total con el pasado, un desdén absoluto por los clásicos y, como el Dadaísmo, es nihilista y negativo: destructor, en una palabra.La mayor parte de los primeros superrealistas tienen en sus comienzos relaciones con el Dadaísmo; pero, además, el Superrealismo realiza una exploración, una búsqueda, para sustituir lo destruido por algo nuevo, que no pretende ser sólo una búsqueda artística y estética, sino psicológica y antropológica.
El Superrealismo en principio es, como acabamos de decir, una exploración sistemática del mundo desconocido del subconsciente con el propósito de que sus descubrimientos cambien el sentido y la existencia humanas. En su base influye el pensamiento psicoanalítico de Freud. La primera intención del Superrealismo era llegar a descubrir el lenguaje del subconsciente porque es el verdadero lenguaje, el lenguaje que expresa los grandes mitos del hombre, que descubre la realidad humana más auténtica y profunda, que es el lenguaje que expresa los sentimientos más universales.
Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control. Intentan plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las imágenes de la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los sueños. Para lo que utilizan recursos como: animación de lo inanimado, aislamiento de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis, máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías. El pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración, en el erotismo descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma impúdica.
Se interesaron además por el arte de los pueblos primitivos, el arte de los niños y de los dementes. Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos, lo que significa que importaba más el asunto que la propia realización.
El Superrealismo nace y se desarrolla en Francia. Su auge va del 1924 (en que Breton firma el "Manifiesto") hasta el 1939 cuando estalla la II Guerra Mundial. Es el más tardío de los movimientos de vanguardia y por ello tiene una ventaja: es el último y puede tomar de los anteriores algunos elementos.
André Breton publica dos "Manifiestos", uno en 1924 y otro en 1930. Define el movimiento como: "Automatismo psíquico, mediante el cual se pretende expresar sea verbalmente, por escrito o de otra manera, el funcionamiento con ausencia de toda vigilancia ejercida por la razón, fuera de toda preocupación moral o estética".Para Breton la estética no interesa. En cambio, para Paul Eluard: "sin preocupación estética no hay poesía". Breton considera que hay que buscar un lenguaje que sea automatismo verbal puro. Eluard considera que esto no es hacer arte y se separa de Breton y se aproxima a lo que será el Superrealismo literario. Para Breton es una experiencia de carácter psicoanalítico; en cambio para Eluard no se debe olvidar la dimensión estética. El postulado de Breton se queda en lo teórico.
En España, como dijimos, hay críticos que aceptan la existencia de un Superrealismo español y otros que la niegan totalmente. Lo que ocurre es que el Superrealismo español tiene unos matices que lo alejan del francés. Para los superrealistas españoles se trata de una fuerza liberadora, de un movimiento que permite la creación de nuevos recursos expresivos; pero no aceptan la desaparición de los nexos lógicos en el lenguaje. A veces esta estructura sintáctica se acentúa: Aleixandre, por ejemplo, escribe poemas sin ningún signo de puntuación; en ellos el lenguaje fluye y es el lector el que tiene que segmentar las ideas; aunque en el Superrealismo español lo consciente no se abandona.
Podemos decir que el Superrealismo español consistió en una estética nueva y experimental que enlaza con la tradición de lo grotesco en España e, incluso, con las técnicas deshumanizadoras de la poesía gongorina. En suma, el Superrealismo hispano se caracteriza por:
1. La absurdidad o tendencia al absurdo.2. La deformación de la realidad, del mundo, por parte del poeta.3. El estado anímico de pesadilla que hace que la poesía superrealista esté muchas veces cargada de elementos oníricos, de sueños.
El Superrealismo hispánico, pues, resulta a veces caótico, grotesco más que trágico, inquietante y desasosegador. En el fondo hay angustia, protesta y acusación como ocurre con "Pota en Nueva York", de García Lorca, y en algunos textos de Rafael Alberti y Luis Cernuda. Podemos destacar algunas obras que, se podría decir contienen elementos superrealistas: "Sobre los ángeles", de Rafael Alberti, "Espadas como labios", de Vicente Aleixandre y "La realidad y el deseo", de Luis Cernuda. En esta última, concretamente, Cernuda plantea el conflicto entre la voluntad y la realidad, entre lo que es impulso individual y libre, entre lo que es coacción o limitación impuesta por el entorno.
Antes de la influencia directa o indirecta del programa de movimiento vanguardista europeo,contaba ya México con una serie de artistas cuya obra tenía tendencias similares a las requeridas por el movimiento de 1925. Entre los que se encuentran son Julio Ruelas (1870-1907), que según declaraciones del autor Justino Fernández es anticipador del surrealismo.Su pintura, La domadora 1897 parece ser el punto de coincidencia con el movimiento francés de muchas décadas después.
Tradicionalmente desde el inicio de la pintura surrealista se organizaron exposiciones donde apareció el exponente de este arte a nivel internacional.Hasta este momento la exposiciones se habían celebrado en distintos países europeos pero la influencia de la guerra obligó a trasladar dicho evento a otros continentes. Fue México el primer país latinoamericano que recibió el producto de esa emigración. Wolfgan Paalen y César Moro fueron comisionados por André Breton y el grupo surrealista para organizar una nueva exposición donde seleccionaron obras de autores mexicanos cutya expresión podría haber caído dentro de la doctrina que se buscaba. Al mismo tiempo compartieron las obras de conocidos artistas integrantes del movimeinto internacional.
La exposición s ecelebró en la Gelería de Arte Mexicano inagurada la noche del 17 de enero de 1940. Cuarenta artistas integraron la exposición.
En la plática mexicana de entonces, respaldada oficialmente, era antagónica al movimiento aunque algunos si se acercaban al surrealismo.
-Diego Rivera (1886-1957) sucumbió a la tentación de expresarse de manera surrealista.
-David Alfaro Siqueiros, califica como absurdo el concepto surrealista a su persona, ya que la crítica, sátira, el jucio descarriado y presentado con humor negro corrompe el mundo racional.
-Carlos Mérida , gautemalteco ligado al arte de México: Su obra parece influenciada por el movimiento pariciense.
-Agustín Lazo, estuvo en Europa entre 1925 y 1928 momento en que el surrealismo tomaba figura. A su pluma se le deben las explicaciones más eruditas y comprensivas e l movimiento surrealista en la nación mexicana.
-Guillermo Meza, su trabajo es expresionismo surrealista.
-Xavier Villaurrutia.
-Moreno Villa.
Literariamente después de la partida de Breton de México, la revistas y periódico guardan silencio en torno al surrealismo. Durante un año y medio se publican dos artículos del movimiento; estos pertenecen al surrealista peruano César Moro, "La trayectoria del sueño", es una reseña sobre una colección de documentos sobre el sueño publicados por Breton.
Octavio Paz escribe, cuando el surrealismo tenía dieciséis años de existencia, diciendo que éste es despectivamente literario. Defensor acérrimo del movimiento surrealista no sólo en México, sino también en latinoamérica.
Existe una división de la influencia surrealista en México en tres etapas. La primera comprende la pintura fantástica presurrealista de anales del siglo pasado y principios del siglo XX. La segunda etapa incluye el momento que verdaderamente ingresó el surrealismo a nuestro país donde aparecen pintores extranjeros y mexicanos que actuaron bajo este movimiento: La tercera etapa es el fracaso del pensamiento ortodoxo surrealista y el gran incremento de la pintura fantástica y decorativa.
Las escasas galerías con que contaba nuestra ciudad fueron invadidas en repetidas exposiciones donde se vio el surrealismo.
Juan O´Gorman es el ejemplo de la imaginación subjetiva del mexicano y antítesis del importado surrealiasmo .
André Breton en su libro El surrealismo en la pintura, incluye un capítulo de Frida Kahlo como la primera surrealista mexicana.
1 comentario:
Tienes amplia información sobre las vanguardias del siglo XX; sin embargo el tema es sobre cuales son las vanguardias actuales en el arte, identificar si existen o no. La exposición que hice en clase sobre las vanguardias anteriores fué para poner en contexto el tema y partiendo de ahí ustedes investigaran qué está ocurriendo en las artes actualmente.
Este trabajono cumple lo solicitado.
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